domingo, 9 de diciembre de 2007

ARISTÓTELES, ¿DÓNDE ESTÁS?

Esperando sin esperar, deseando sin desear, ansiando sin ansiar. Así se han desarrollado mis pensamientos en cuanto a la llegada del puente. Y ahora, ya se fue. No he podido disfrutarlo porque me ha cazado el virus ese de la gripe. Y no nos vamos a engañar, si no me hubiera atrapado el virus de la gripe me habría atrapado el virus de los contratos.

Conforme va viento en popa mi vida profesional, va de culo mi vida personal. Mi trabajo es como la termitas... se lo comen todo. Bueno, no es que me vaya mal, es que cada vez tengo menos vida personal. Entre semana me resulta imposible quedar con alguien a tomar algo y con fines de semana como éste, puedo dar con mi vida social al traste.

Y mañana, lunes... Qué gran día.

2 comentarios:

Rodolfo Serrano dijo...

Siento lo de tu gripe y, además, en puente. Un abrazo, por si te vale de algo.

Anónimo dijo...

Cuando los virus decidan partir de una puta vez, cuando las cosas cambien, cuando haya soluciones, cuando haya por fin una oportunidad, cuando las termitas no se coman retazos de lo que fuimos, cuando vuelvan a actuar los Led Zeppelin (cosa que ya ha pasado), cuando los saltos tengan red pero sólo por si acaso, cuando la Navidad nos espere en ese bar para el aperitivo, cuando todas las encuestas nos pronostiquen de ganadores, cuando las hipotecas comiencen a extinguirse, cuando tú quieras, cuando pasemos de los sms a los hechos...

...Estaré esperando Meri. Si algo empieza a regalarme la vida en este nuevo comienzo, es tiempo para reconfortarme con tus palabras...