domingo, 25 de mayo de 2008

RELATO CUATRO. Y ELEGÍ MIS MEJORES ZAPATOS

Otra mañana sentado en la cama, sobresaltado, exhausto pero aliviado por haberme despertado.No entendía qué estaba pasando. Llevaba tres noches sin descansar. sueños que no conseguía recordar me abandonaban bruscamente a un estado convulso.

Todo parecía tener algo que ver con la muerte del tío Fredd .Era lo único que había sacudido mi apacible existencia durante esta semana, aunque no entendía una reacción tan desmesurada de mí mismo . Hacía más de 8 años que no nos habíamos visto y yo no había sufrido por la noticia, al menos no aparentemente.Cierta tristeza sí, pero nada punzante. Entre perplejo y confuso me levantaba a poner el café mientras me entregaba, con cierta obligación, al recuerdo abandonado de la infancia . Me sorprendía una sonrisa melancolica mientras repasaba los juegos con mi tio y percibía un afecto, que en algún momento de la adolescencia, fue inexplicablemte aniquilado.

El telefono me devolvió de golpe al presente: -¿Sr Host? - sí,¿quien llama? - Soy Hellen Miller ,verá su tío Fred le dejó como único heredero y tendría que pasarse por el despacho para formalizarlo todo. - ¿Qué?¿por qué a mí? - ¿Disculpe?, bueno usted era su único familiar conocido, no hay nadie más. 

Colgué el teléfono, y una angustia, parecida a la que me había despertado esa semana, estaba ahora racionalmente golpeando mi cabeza.Desconocía lo que me habría dejado pero eso ahora no importaba. Me imaginaba la soledad que acompañó al tío Fredd al morir y me desolaba. Debía haberle llamado. Debía haberle escrito .Debía haberle visitado.Todo el malestar de esos días tenía sentido,no quise indagar más y lo acepté incluso lógico. Me refresqué la cara y me vestí. Elegí mis mejores zapatos. Fui a ver al tío Fred, debía disculparme.

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